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Los Girondinos Chilenos

Objeto del Mes

Los Girondinos Chilenos

Publicado el 01/02/2016
Texto escrito por Benjamín Vicuña Mackenna en 1876 donde recuerda a la generación liberal chilena de mediados del siglo XIX.

El texto "Los girondinos chilenos" fue redactado en octubre de 1876 para el El Ferrocarril; en él, Vicuña Mackenna, bajo el seudónimo de "San-Val" evoca las ínfulas revolucionarias de su generación. Este texto, en parte autobiográfico, trata sobre la influencia que tuvo en Chile el libro "Historia de los Girondinos" del escritor francés Alphonse de Lamartine, sobre todo en la generación liberal chilena de la época, nacida en torno a 1830, que sentía fascinación por la Revolución Francesa de 1789.

Alejandro Dumas dijo del libro de Lamartine, que su autor había elevado la historia al nivel de la novela, y Tocqueville, que nunca había conocido un espíritu menos sincero, ni que despreciara tan completamente la verdad.

El pensamiento liberal tuvo un desarrollo vertiginoso en la primera mitad del siglo XIX en Europa. Los liberales querían construir una sociedad en que todos tuvieran iguales derechos e iguales oportunidades. Lucharon contra el despotismo y la clerecía. El choque de estas fuerzas antagónicas produjo movimientos revolucionarios, especialmente en Francia. Como ese país ejercía poderosa influencia, las revoluciones liberales que ocurrieron a mediados del siglo XIX sirvieron en todas partes como modelo de lucha.

La revolución francesa de 1848 no sólo causó una fuerte impresión en Europa, sino que también en Latinoamérica. Esta insurrección popular obligó al rey Luis Felipe I de Francia a abdicar y dio paso a la Segunda República Francesa. Sus demandas anti oligárquicas querían unas instituciones políticas auténticamente representativas y una aplicación de la soberanía popular menos restrictiva. La revolución francesa de 1848 sacudió a los liberales chilenos.

En 1847 Alphonse de Lamartine había publicado la "Historia de los girondinos" en Francia, una extensa y novelada historia de la Revolución Francesa de 1789, que enaltece a sus protagonistas hasta situarlos en la categoría de leyenda, y difunde de manera efectiva los ideales de la Revolución Francesa. El éxito de este libro fue enorme. A Chile arriban los primeros ejemplares en febrero de 1848. En Santiago los jóvenes liberales se congregan para leer el libro. Partícipe de este fervor, Vicuña Mackenna dice de él que "aquella obra inmortal tuvo en Chile y especialmente en Santiago, una boga inmensa, cual no la ha tenido ni la tendrá probablemente libro alguno en lo venidero".

Como historiador y testigo de la agitación política que precede a la guerra civil de 1851 en Chile, Vicuña Mackenna atribuirá a la revolución de 1848 el enardecimiento de los ánimos, poniendo finalmente en sintonía al viejo y al nuevo mundo. Por primera vez, liberales como Vicuña Mackenna experimentaban la sensación de sincronía histórico-política con Europa; la revolución de 1789 la asimilan como algo distante en el pasado, sin embargo, la de 1848 la sienten como propia.

Hacia 1850, Vicuña Mackenna era un joven entusiasta de 19 años, amigo íntimo de Santiago Arcos y Francisco Bilbao, y miembro de la Sociedad de la Igualdad -creada con el fin de integrar a los artesanos dentro del proyecto político liberal-, donde deja en evidencia su espíritu revolucionario. Crítico hacia el partido conservador, y hacia el presidente Manuel Montt. Junto con Santiago Arcos, Francisco Bilbao y otros sectores populares, Vicuña Mackenna participó activamente en la Guerra Civil de 1851, en la que los liberales lucharon contra el poder conservador.

Fue encarcelado por su intervención en el levantamiento del 20 de abril de ese año, conocido como el Motín de Urriola, que tenía como objetivo impedir que Manuel Montt llegara a la presidencia del país. Sin embargo, la iniciativa fracasó y el propio Urriola falleció en la rebelión.

El texto "Los girondinos chilenos", fue escrito en la madurez de Vicuña Mackenna, y era más bien una página autobiográfica, de recuerdos personales. En él Vicuña Mackenna recuerda la influencia que la revolución del 48 había tenido en la política chilena, el clamoroso éxito obtenido por el libro famoso de Lamartine, y los apodos políticos que adoptaron todos los entusiastas opositores de los últimos años de la administración de Bulnes.

En palabras del historiador Alfredo Jocely-Holt, "esta pequeña, pero incisiva obra, refleja mejor que cualquier texto secundario el enorme impacto que tuvo la Revolución Francesa en el Chile decimonónico. Además, está escrita por uno de nuestros historiadores y protagonistas públicos liberales de mayor relieve, y ha sido objeto de una interpretación historiográfica crítica por parte de importantes historiadores conservadores, escépticos respecto del legado revolucionario francés y del liberalismo en Chile".

Benjamín Vicuña Mackenna publicó Los Girondinos Chilenos en forma de ensayo periodístico en octubre de 1876. En aquella época, el autor acababa de postular a la presidencia de la república, pero había fracasado frente al candidato oficialista Aníbal Pinto.

En ese año, el país entero atravesaba una crisis política y económica. Las exportaciones agrícolas habían caído dramáticamente; Chile no podía competir con los nuevos centros productivos de EEUU, Canadá y Australia. La industria minera del norte pasaba por su peor momento. El país estaba sumido en una terrible depresión económica. El mismo Vicuña Mackenna dice escribir en tiempos difíciles.